Me gusta llevar la contraria. Ahora que todo el mundo quiere tartas recubiertas de fondant para celebrar cualquier fiesta, voy yo y digo: ¿y no hay otra cosa?
Porque seamos sinceros, esa pasta de azúcar elástica con la que se recubre absolutamente todo postre que se hornea, es algo que hace unos años sólo veíamos en las pelis americanas. Ahora, sin embargo, la saturación es completa: tartas decoradas con cascadas de flores con pétalos, estambres, pistilos y corolas, niños escayolados vestidos de primera comunión surcando los sietes mares en barcos piratas con sirenas y tesoros o zapatos de tacón con un bolso a juego aparecen en toda boda, bautizo, cumpleaños y fiesta que se precie. Enciendes la tele y te encuentras con una americana que llora porque tiene que esculpir en fondant un rascacielos con King Kong en la cima para una tarta y no le va a dar tiempo porque el dichoso gorila pesa mucho y el azúcar se derrite... ¡Basta ya!¡Necesito una fondant-pausa!
Y si seguimos con la sinceridad, en la mayoría de los casos, el "envoltorio" esconde un contenido neutro, mediocre o directamente asqueroso. Se valora lo bien hecho que está tal detalle olvidándote de que dentro (en teoría) hay una tarta (aunque incluso las he visto sólo de pacotilla, sin nada dentro) Escuchas conversaciones del tipo:
"¡Uyyyy qué mono el rosario que lleva la niña en las manos!!!"
"¿A qué sí? Pues se puede comer TODO".
Y digo yo: ¿Y? ¡Es azúcar elástico! ¡Puedes hacer con él lo mismo que con la plastilina por dior! Es verdad que hay gente que hace auténticas obras maestras esculpidas y cuyas tartas interiores están riquísimas pero reconozcamos que ahora el fondant está en todas partes y en muchas de ellas podría no estar.
Pues hoy os voy a enseñar una opción diferente para diseñar vuestra tarta nupcial. No me malentendáis, el fondant es genial y muy vistoso pero es hora de ver cosas nuevas de vez en cuando, ¿no?
Y la idea que os propongo, por sencilla no deja de ser casi revolucionaria en este "momento fondantístico" que vivimos. ¿Y si mantienes la tarta igual pero no le pones fondant y en su lugar la adornas con flores o frutas naturales?
via benwebbdesign
via ruffled
via ruffled
via lover.ly
via eclectic trends
Eliges el bizcocho y el relleno que más te gusten... y lo disfrutas como lo que son: sencillas tartas, sin perderte entre tanto azúcar empolvado. ¿Qué os parece la idea?
Como os digo siempre, todo depende del tipo de celebración de la que se trate. Para una boda sencilla, campestre, en un jardín este tipo de tarta es perfecto. Al igual que para cumples, fiestas o bautizos.