Ya han pasaso 13 días desde que mi padre murió y todavía hoy me cuesta asumirlo. Y a pesar de todo, la vida sigue. Los niños siguen yendo al colegio por la mañana, la perrita sigue moviendo el rabito cuando la llamo y mi pelo obstinado, sigue creciendo sin parar... así que, mañana tendré que ir a la peluquería. Terrible y maravillosa al mismo tiempo. La vida.
(foto via pinterest)