Aunque ya es 16 de diciembre, todavía no hemos puesto el árbol de Navidad. Otros años, a estas alturas, nuestro abeto de plástico de toda la vida ya llevaría días (semanas) adornando nuestra casa.
No es por una cuestión de pereza, sino de indecisión. Por primera vez, nos estamos planteando comprar un árbol de verdad y bien por la falta de experiencia o bien por un cierto sentido de culpabilidad en caso de la cosa acabe mal, no nos animamos.
La idea inicial es buena y nos encanta: compramos el árbol, tan fresco, hermoso, lleno de vida, que casi ni necesita adornos y al acabar las fiestas, lo plantamos en la finca de la casa de mi abuelo. ¡Y qué tradición tan bonita sería ir haciendo un bosquecillo de abetos recuerdo de las Navidades de la familia! Pero el miedo puede más: pensar que nuestra idea puede acabar convirtiéndose en un árbol muerto en mitad de la sala nos da pavor.
Necesito consejos: ¿alguna vez habéis puesto un árbol de verdad en Navidad? ¿durante cuanto tiempo? ¿y le ponéis luces? ¿aún en el caso de que el árbol acabe muriendo, os parece una opción más ecológica comprar un árbol de verdad en un vivero local o comprar un árbol de plástico hecho en China?... dudas, dudas, dudas...
Y mientras ambas posibilidades siguen luchando en nuestras mentes, pensamos en soluciones alternativas. Os voy a presentar alguna de las que más nos gustan.
La primera, en vez de usar árbol, utiliza diferentes plantas para crear un rincón navideño:
via petrabindel
¿Y qué tal un árbol en miniatura?:
via weekdaycarnival
Haz un collage de fotos o postales haciendo la forma triangular de un abeto en una pared:
via 79ideas
Esta idea la puedes personalizar incluyendo ramas, semillas, luces... (recuerda utilizar washitape para no estropear la pared):
via free people
Otra idea genial: usa una pizarra grande y dibuja en el tu árbol. Si no tienes pizarra, hazla tú mismo: sólo necesitas un tablón y pintura de pizarra:
via flickr
via a legg up
¿Qué te parecen estas ideas?