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Canas, ¿moda o liberación?

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Que Helen Mirren o Judi Dench luzcan con orgullo sus canas en la alfombra roja no es sorprendente. Al fin y al cabo, son actrices maduras (68 y 78 respectivamente) y ambas hacen gala de un fuerte carácter y personalidad. 
Pero que lo haga Isabel Marant, lo es en cierto sentido.
No sólo por su edad (tiene 46 años) sino porque Isabel Marant es, sin duda, una de las personas más influyentes del mundo de la moda actual y ya sabemos cómo son las cosas ahora: si alguien así lleva canas, ¿es que está de moda no teñirse?

Lo cierto es que dejar tu pelo natural es una opción personal, pero no puedo evitar pensar que detrás pueda haber un cierto aire de liberación. Teñirse es un rollo. Yo tengo muchas canas, desde hace mucho tiempo y sé lo que es vivir esclavizada por las visitas a la peluquería y a comprobar todas las mañanas el aspecto de tu raíz. Sí, tu raíz, ese tramo que asoma a ambos lados de la raya que ordena tu pelo y que te recuerda el paso del tiempo y la pasta que te vas a gastar para ocultarla un par de semanas más.

Ni las princesas se libran de ella. Sonrío con poco disimulo cuando, por fin, puedo poner un "arggg" a una foto de la siempre pluscuamperfecta Kate Middleton en la que su raíz luce alegre con varias canas en uno de sus peinados.
Puede que esté loca y que Isabel Marant simplemente esté pasando por una de esas temporadas en las que no te apetece teñirse ni depilarte el bigote (o como diría mi amiga Josefina, el labio superior) así que, antes de concluir que las canas están de moda, decido pasarme por pinterest, nido de novedades y de tendencias y... ¡menuda sorpresa! ¡no sólo veo a mujeres maduras luciendo sus melenas grises y blancas, sino también a adolescentes teñidas de gris! 
El resultado, por poco habitual, es espectacular. Diría que, incluso esa base de canas es perfecta para teñirte un degradado en azul o rosa... pero, ¿qué estoy diciendo? ¿No veía en dejar el pelo natural una liberación y ahora estoy hablando de teñirme de gris y peor, de teñirme las canas de colores? 

Supongo que hay gente, como yo, que no tiene remedio.

Y a vosotros, ¿qué os parece?



Faltan 2 días para Diciembre. Es el momento de preparar... ¡Los Calendarios de Adviento!

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Los que seguís mi blog desde hace algún tiempo, sabéis que me encanta la Navidad y que una de las cosas que más ilusión me hace es colocar el día 1 de diciembre mi calendario de Adviento

Ya sé que sólo faltan 2 días para empezar a contar, y que muchos vais a decir: ¡pero si es muy tarde! ¡qué me dice ahora la Petro de calendarios de Adviento si no me da tiempo de comprar nada! Pero en este post os voy a proponer ideas para hacer calendarios de Adviento en casa en un plisplás. Así, no hay excusas^^

El primero es un calendario de Adviento que podéis imprimir gratis, con forma de pequeñas bolsas de papel para guardar vuestras chuches, bombones o regalitos.
Este precioso y moderno calendario nos lo ofrece generosamente Monsieur + Madame. En su blog podréis encontrar el pdf (para los torpes con el francés es donde pone ICI así en mayúsculas^^)

A través de pinterest via rammealvor os propongo esta otra idea. En un trozo de madera en el que escribimos los números pegamos pinzas de la ropa de las que colgaremos los paquetitos.
La misma idea se puede ejecutar de modo diferente, cambiando los colores. En este caso, blanco y rojo via I heart naptime en pinterest
Todavía más fácil (con un aire rústico que le va como anillo al dedo a la Navidad) este Calendario hecho con una rama seca colgada de la pared en la que iremos colocando los regalos con lazos, cintas y cordeles diferentes. Precioso, ¿no?
El siguiente no sólo es genial, también es muy divertido e ideal para hacer con niños. Necesitas rollos de cartón del papel de la cocina (cortándolo) o del papel higiénico y varias telas sencillas de fieltro que pegarás para crear monísimos elfos navideños.
Busca una rama grande y seca, colócale en una maceta, bol, paragüero...., píntala de blanco (o del color que más te guste) y cuelga de un cordón los regalos envueltos en papel de estraza (u otro que combine bien con el color que hayas elegido para pintar las ramas) 
Otro recurso que podemos usar y que casi todo el mundo tiene en casa: sobres. Cuélgalos de un cordón en una ventana, de lado a lado de un mueble, etc... ¿puede haber algo más fácil de hacer?

Como veis, hay muchas opciones y todas son muy facilitas y económicas. 

Y recordad, si tenéis niños en casa, dejad que participen en la elaboración. Muchas veces los peques disfrutan más de los preparativos que de los regalos en sí mismos. Por no hablar de que la imaginación de un niño, le dará a vuestro calendario de Adviento, un aire único y personal. ¡Dejad que liberen la Navidad!

Preparándonos para el frío: cuadros y acolchados

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Desde pequeña relaciono el invierno con los cuadros escoceses. Será porque en muchas de mis películas americanas navideñas antiguas favoritas aparecían chicas luciendo preciosos vestidos, chaquetas, sombreros, pantalones o bufandas de tartán (sobre todo cuando en la peli nevaba) o simplemente  será porque todos los años, cuando llegaba el frío mi madre me compraba una falda escocesa... seguro que muchas lectoras saben de qué falda estoy hablando: esa que se ponía como un pareo y se enganchaba con un imperdible enorme para que no abriera por delante.

Otro de esos recuerdos "prestados" del cine de los años 50 y 60 y que he atesorado siendo ya mayor es ese momento en el que, mientras fuera cae la nieve con una suavidad y blancura irreal, dentro de la casa decorada perfectamente, los protagonistas preparaban la cena de Nochebuena, o adornaban el árbol en un ambiente cálido pero sofisticado. En estas ocasiones, la chica de turno vestía prendas más informales, pantalones ajustados con chaquetas o jerseys de cuello vuelto.

Y complementando ese estilo más desenfadado algunas llevaban faldas (a veces, casi delantales) con tejidos acolchados o con alegres motivos navideños de fieltro decorando el bajo. 
He investigado y efectivamente, las faldas acolchadas eran habituales en esta época. Además de ser más calentitas, la tela gruesa y poco pesada daba a esas faldas un volumen extra muy divertido. 
Vale, reconozco que estas faldas tienen un regustillo naïf y algo kitsch pero es precisamente eso lo que me pirra de ellas. Espero que sepáis perdonármelo.
 Y, como hacía tiempo que no dedicaba un post a la moda vintage, hoy os traigo propuestas reales inspiradas en esos dos tipos de prendas. ¡Espero que os gusten!
 Vestido años 50 entallado en verdes y rojos en nora vintage, falda ligeramente acolchada de los años 50 en Old Hollywood Glam
Vestido años 60 en crudos y azules en east magnolia vintage, falda recta años 70 en concetta closet
Falda acolchada años 50 en stutterinmama. Falda acolchada con cristales en Crush Vintage

Vestido años 50 en Small Earth Vintage
Vestido años 40 en strawberrykoi. Falda acolchada años 50 en concetta closet
Vestido con falda de vuelo años 50 en traven7. Falda de fieltro años 50 con Scottie en fibre works

Y vosotros, ¿relacionáis épocas del año con determinadas prendas o tejidos?

El Delphos de Fortuny

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¡Qué ilusión me hizo cuando, hace unas semanas, en la serie basada en el libro El tiempo entre costuras, la protagonista, una modista que vive en el Tetuán de los años 30, hace una versión del mítico vestido Delphos de Fortuny para una de sus clientas!
El Delphos es uno de esos vestidos que, una vez que lo ves, ya no lo puedes olvidar. Y como fan de este modelo, he decidido hacer un poco de memoria y compartir con vosotros la leyenda de un vestido que supuso una auténtica revolución en el momento en el que se creó y que se convirtió, por derecho propio, en un icono de la Historia de la moda con mayúsculas.
Vestidos Delphos Mariano Fortuny, 1944 © Getty Images via pinterest

El vestido nació en la mente de Mariano Fortuny y Madrazo en 1907, inspirado en el quitón, una túnica que se usaba en la Antigua Grecia. Debe su nombre al auriga de Delfos y su fama a una extraordinaria técnica de plisado que su autor ideó y patentó en 1909. Poco se sabe de este método, salvo que se realizaba en mojado y con un extraño artilugio que incluyó en la patente. 

Otro de los misterios que rodea a este vestido es cómo consiguió crear Fortuny la increíble gama de colores de las telas con las que elaboraba sus vestidos. Se sabe que llegó a ella estudiando antiguos tratados sobre tintorería y gracias a viejas recetas que fue recopilando de artesanos tintoreros del Véneto. La paleta es inimitable, todos los colores son de origen natural, vegetal, orgánico o mineral, y un mismo tono varía sus gamas en reflejos sutiles que el plisado favorece. Y para agrandar la leyenda que gira en torno al Delphos se cuenta que el muestrario de los colores, también patentado por Fortuny, fue arrojado a los canales de Venecia por la mujer del diseñador el día después de la muerte de éste, para que nadie pudiera imitarlos jamás.
A principios del siglo XX, momento en el que en el cual las mujeres todavía vivían encorsetadas (en la moda y en todos los sentidos) el Delphos supuso un verdadero soplo de aire fresco para ellas. El vestido estaba pensado para mostrar la belleza natural del cuerpo femenino e incluso podía llevarse sin ropa interior. Su diseño,  extremadamente sencillo y cómodo, constaba de dos o de cuatros piezas (dos para la falda y dos para el cuerpo) de telas unidas entre sí con cuentas de cristal de Murano. 

Muy pronto, el nuevo vestido-túnica se puso de moda entre las clases altas y los ambientes más liberales y modernos de la época. Mujeres extraordinarias como la mecenas y coleccionista de arte Peggy Gugemheim, la bailarina Isadora Duncan o actrices como Sarah Bernard, Lilliam Gish o Natasha Rambova vieron en el Delphos el símbolo perfecto del cambio social que estaba germinando en el mundo femenino y que se materializaría en la década de los 20. Y de ahí, en adelante.
Isadora Duncan y su hija vistiendo ambas un Fortuny
Natasha Rambova circa 1920
Las tres hijas de Isadora Duncan circa 1920
La actriz Lillian Gish circa 1910
Condesa Elsie Lee Gozzi vistiendo un vestido Fortuny Eleanora  1920s
La cantante de ópera Gladys Swarthout, 1935.
Peggy Gugemheim en su terraza de Venecia luciendo un Delphos circa 1950
Escritores, pintores, escenógrafos y diseñadores hablaban de él, se inspiraban con él.


Elena con túnica amarilla,  hija de Sorolla pintada por su padre en 1909; Muriel Gore con un Fortuny de Birley, 1919
No deja de ser curioso que mucha gente en España haya llegado a conocer el vestido Delphos gracias a la novela de María Dueñas. De hecho, no es la primera ni mucho menos la más importante ocasión en la que se menciona el vestido en un libro:

Marcel Proust hace referencia a él en numerosas ocasiones en En busca del tiempo perdido:
"Fue precisamente la noche en que Albertine se puso por primera vez el vestido azul y oro de Fortuny que, evocando Venecia, me hacía sentir más aún lo que sacrificaba por Albertine sin que esta me lo agradeciera en absoluto”.

L.P. Hartley nos lo cuenta en su libro Eustace and Hilda:
… Fortuny, estaba escrito en letra de imprenta sobre la caja. Eustace desató el lazo y levantó la tapa. Lo que descubrió bajo el papel de seda liso le provocó un escalofrío de placer; totalmente enrollado y retorcido sobre él mismo, dispuesto para ser sacado, el vestido azul y plata de Hilda. Los pliegues densos, tan unidos los unos con los otros como los surcos de un campo labrado, le parecieron más oscuros de lo que había imaginado. Sabiendo que nunca sería capaz de desplegarlo, se contentó con deslizar sus dedos entre las ranuras y las aristas del plisado en que sintió la resistencia de lo que había estado tan apretado. Sin embargo ¡qué poderosa expansión la de estos pliegues, qué posibilidades insospechadas de movimiento para Hilda, para la nueva Hilda!. … En este vestido podría danzar, podría volar…“.

Esta última cita hace referencia a otra de las particularidades del vestido Delphos y de la genialidad de Fortuny: la forma en que se presentaba el vestido. Su plisado y sencillez permitían que el vestido se pudiera enrollar y guardar en una caja y así precisamente era como se entregaba a las clientas. Esta aparente curiosidad esconde en realidad todo un precedente de lo que hoy conocemos como "marketing" y "packaging", además de un ejemplo sobresaliente de diseño.
Fortuny continuó haciendo Delphos hasta su muerte en 1949, y el vestido se convirtió con el paso del tiempo en un objeto de deseo y en uno de los más importantes y conocidos modelos clásicos de la Historia de la moda... y como tal, ha llegado a nuestros días.

Un árbol de Navidad

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Aunque ya es 16 de diciembre, todavía no hemos puesto el árbol de Navidad. Otros años, a estas alturas, nuestro abeto de plástico de toda la vida ya llevaría días (semanas) adornando nuestra casa.

No es por una cuestión de pereza, sino de indecisión. Por primera vez, nos estamos planteando comprar un árbol de verdad y bien por la falta de experiencia o bien por un cierto sentido de culpabilidad en caso de la cosa acabe mal, no nos animamos.
via thenewvictorianruralist & fernliving via ellensalbum
La idea inicial es buena y nos encanta: compramos el árbol, tan fresco, hermoso, lleno de vida, que casi ni necesita adornos y al acabar las fiestas, lo plantamos en la finca de la casa de mi abuelo. ¡Y qué tradición tan bonita sería ir haciendo un bosquecillo de abetos recuerdo de las Navidades de la familia! Pero el miedo puede más: pensar que nuestra idea puede acabar convirtiéndose en un árbol muerto en mitad de la sala nos da pavor. 
Necesito consejos: ¿alguna vez habéis puesto un árbol de verdad en Navidad? ¿durante cuanto tiempo? ¿y le ponéis luces? ¿aún en el caso de que el árbol acabe muriendo, os parece una opción más ecológica comprar un árbol de verdad en un vivero local o comprar un árbol de plástico hecho en China?... dudas, dudas, dudas...


Y mientras ambas posibilidades siguen luchando en nuestras mentes, pensamos en soluciones alternativas. Os voy a presentar alguna de las que más nos gustan.

La primera, en vez de usar árbol, utiliza diferentes plantas para crear un rincón navideño:
¿Y qué tal un árbol en miniatura?:
Haz un collage de fotos o postales haciendo la forma triangular de un abeto en una pared:
Esta idea la puedes personalizar incluyendo ramas, semillas, luces... (recuerda utilizar washitape para no estropear la pared):
Otra idea genial: usa una pizarra grande y dibuja en el tu árbol. Si no tienes pizarra, hazla tú mismo: sólo necesitas un tablón y pintura de pizarra:
via flickr
¿Qué te parecen estas ideas?

¡Ponte una falda midi! O de cómo el new look sigue entre nosotros

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Falta nada para Nochebuena y Navidad y casi nada para Nochevieja. ¿El tiempo pasa volando y el día 23 de diciembre todavía no sabes qué te vas a poner para cenar el 24? Desde luego, lo más socorrido es tirar de fondo de armario: vestido negro, pantalón o falda negra con una parte de arriba más vistosa y andando. 

Pero, ¿y si nos complicamos un poco la vida? Nada excesivo, nada muy caro pero sí algo diferente y fácil de poner pasadas estas fechas. Ya tenemos la excusa perfecta para probar el binomio clásico y cómodo que hoy os propongo: la falda midi de volumen con top sencillo. 

Seguro que es una imagen que os suena. Es normal. Bebe directamente de uno de los momentos más icónicos de la historia de la moda: en 1947, Christian Dior presenta su primera colección a la prensa, una auténtica revolución en cuanto a las formas, los largos de las faldas y vestidos, los volúmenes. La editora de la época de Harper's Baazar Carmel Snow exclama al terminar el desfile: "¡Querido Christian! Tus vestidos tienen un auténtico new look". En ese momento, nace una nueva silueta y con ella un nombre, el new look, cuya perfecta representación se materializa en el traje Bar, un conjunto de chaqueta corta de shantung beige y falda plisada con mucho volumen y a media pierna. Ha nacido la leyenda.
El traje Bar inmortalizado por el fotógrafo Willy Maywald
Esta silueta, convertida en un referente (¿os acordáis del conjunto de luce durante casi toda la película Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma?), se mantiene casi sin alteraciones durante décadas, llegando a nuestros días. 
Bloggers, fashionistas, amantes de la moda vintage adoran esta combinación, las actrices y famosas la eligen para la alfombra roja y todas ellas nos enseñan cómo sacarle partido a esta prenda intemporal. Con jerseys gordos, camisetas de rayas y cazadoras de cuero podremos seguir poniendo nuestra falda midi durante todo el año. ¿Queréis verlo?
 Una falda amplia roja con un cuerpo de encaje en beige via chic dresses y una falda estampada con camiseta negra via barefootblonde.
Falda verde brillante con camisa de cuadros via alittledashofdarling y falda de lentejuelas con jersey y cardigan negro via barefootblonde

Por último Blair Eaide, la reina de las faldas con volumen. Sin duda, su prenda fetiche: la repite a lo largo de todo el año, combinándola tanto con cuerpos sofisticados en ocasiones especiales como en looks informales diarios. Ella domina, como nadie, los trucos básicos para lucir correctamente este tipo de falda: ponla siempre con partes de arriba cortas, dejando que la cintura de la falda acapare la atención; juega con las proporciones (ella incluso se pone vestidos por debajo de la falda, de manera que la sensación que da es la de llevar un top ajustado y además, ayuda a aumentar el volumen en el bajo) y cálzate siempre, siempre un buen par de tacones finos.

Las seis fotos via Atlantic Pacific

Si os gusta la idea, y os apetece probarla este invierno, aquí os dejo algunas de las que podéis encontrar hoy online:
Falda Limited Edition rosa palo en topshop; falda de lentejuelas en ASOS (ahora en promoción)
 Falda verde en chicwish; falda roja de Tibi aquí.
Falda estampada ASO; falda vintage años 80 metalizada en American Archive
Falda en blanco y negro midi de Tibi aquí; falda fucsia de Partyskirts en shopbop.

¿Qué os parecen estas faldas? ¿Tenéis alguna?

El lado oscuro en decoración

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Año nuevo, color nuevo. Y si en 2013 la gama de colores que más me atraía en interiorismo y decoración era la de los pasteles, sospecho que 2014 será el año de los colores oscuros.

Parece una apuesta arriesgada. Todos queremos casas luminosas y el blanco siempre ha sido la opción más segura para conseguirlo pero, ¿y si estamos equivocados? ¿Qué diríais si os enseño ejemplos en los que el negro, el azul marino y los grises más oscuros logran que pequeños espacios parezcan grandes? ¿Y si esos tonos profundos y en principio tenebrosos ofrecen a nuestra decoración el lienzo perfecto para hacer lucir cuadros, colecciones o telas?

En los ejemplos que os voy a enseñar el negro y los colores oscuros hacen que la luz se refleje con toda intensidad por simple contraste con aquellos. 
Incluso en espacios tan poco predispuestos a los colores oscuros como son las habitaciones para niños funcionan perfectamente:
Sin embargo, donde realmente me gustan estos tonos es en dormitorios y cuartos de baño. En estos ambientes, los más íntimos de la casa, el negro y los grises aportan una luz especialmente acogedora. No sólo transmiten una agradable sensación de tranquilidad sino que, además,  son capaces de crear por sí mismos espacios dramáticos muy atractivos. Basta con que pintes en un tono oscuro la pared del cabecero de tu cama, o el frontal de tu lavabo para conseguir ese efecto. Tú eliges: atmósferas decadentes y románticas o minimalistas y modernas, simplemente dependerá de cómo coordines el color elegido.
De lo que no hay duda es que,  gracias a esta paleta oscura, convertirás estas estancias en cuevas mágicas donde apetezca pasar el tiempo leyendo entre las sábanas o disfrutando de un prolongado baño de espuma...

via batixa
¿Qué os parece la idea? ¿Os atreveríais a pintar una habitación o una pared de negro o de gris muy oscuro? 

En futuras entradas os mostraré ejemplos de una de las formas más artísticas y divertidas de usar el negro en decoración: las paredes de pizarra. O cómo un cuadro anticuado o el retrato del bisabuelo que tienes acumulando polvo en el trastero puede transformar un espacio es un lugar moderno y fresco.

Colección novias primavera 2014 J Crew y BHLDN

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¡Me encanta cuando empieza el año y podemos descubrir las nuevas colecciones nupciales! Y como estamos en pleno enero, hoy os traigo las propuestas de dos de mis firmas favoritas diseñando vestidos de novia: BHLD (por cierto, muchas me preguntáis por este nombre tan raro... tenéis que leerlo como BEHOLDEN) y J Crew. Ya sabéis la razón: ambas se caracterizan por los diseños sencillos de las líneas y las buenas calidades en los tejidos que emplean para confeccionar sus vestidos de novia y de fiesta. Y con precios asequibles, por supuesto.

BHLDN nos presenta un lookbook muy primaveral, diría incluso veraniego, con novias en espacios blancos y azules que remiten rápidamente al Mediterráneo. Los modelos siguen la línea de las últimas colecciones: vestidos fluidos, fáciles de poner y de llevar, con detalles lujosos que cobran protagonismo en diseños sencillos.
La novedad, algún destello bohemio, guiño a la moda de los años 60 (modelo Vienna) y 70 (modelo Rena) con vestidos cortos en algodón y largos de escote en pico y mangas abiertas en el puño. 
Vestido Tia
Vestido Rena
Vestido Vienna
Vestido Gemma
Vestido Ruth
Vesitdo Snowflake
Vestido Sian
Vestido Blythe

Mis favoritos: el modelo Snowflake, perfecto para una boda invernal. 

Y como dato curioso: es la primera vez que veo un vestido de novia que tenga el nombre de blythe (ya sabéis lo mucho que me gustan estas muñecas, así que, me ha hecho mucha ilusión... jajaja)

Por su parte, J Crew, fiel a su filosofía mucho más urbana y moderna, nos presenta una colección tan simple en su planteamiento que roza el minimalismo: vestidos para novias cosmopolitas que huyen de los encajes pesados y los tules con volumen. Sus líneas depuradas, estructuradas al milímetro, donde nada se deja al azar. Los vestidos se convierten en lienzos en blanco sobre los cuales cada novia reflejará su personalidad y estilo. Para hacerlo, cuenta con una preciosa colección de complementos y los adornos del pelo.
Vestido Marlowe
 Vestido Clarice& vestido disponible por pre-order (ver página web)
Jumpsuit Eyelash & modelo disponible sólo por pre-order
 Vestido Marlowe & vestido Clara
Conjunto Eyelash lace top y falda & vestido Eyelash
Minivestido Lace trim  & vestido Karlie
Mi favorito: el modelo Marlowe, basado en un patrón vintage, un vestido que centra el protagonismo en una espalda abierta rematada en la cintura con una gran flor de chifón.

Como dato curioso: vuelven a apostar por el mono (el año pasado lo presentaron en pantalón corto) con pantalón capri en encaje. ¿Os atrevéis?

Novias: inspiración estilo Imperio o estilo Jane Austen

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Hoy os voy a proponer un look de novia y de boda inspirado en uno de los estilos más interesantes y menos conocidos de la Historia de la moda: el estilo Imperio o Regency (en los países anglosajones), nacido en Francia tras la etapa de Terror que siguió a la Revolución Francesa, como respuesta a la opulencia y excesos estéticos del rococó representados por María Antonieta.

Seguro que el estilo os sonará más si os digo que es el que lucen las heroínas de Jane Austen: vestidos en tonos claros con un corte por debajo del pecho que realzaban el busto y disimulaban la cadera y barriga gracias a unas faldas sueltas. Los brazos se ocultaban bajo delicadas mangas. Se completaba el conjunto con un calzado plano o de poco tacón (casi bailarinas) y cintas que sujetaban un pelo que caía libremente ondulado sobre el rostro. En resumen: una de los estilos más favorecedores y prácticos que se hayan diseñado jamás.
También se desarrollaba en este mismo período la novela Guerra y Paz de Tolstoy y gracias a los diseños que creó Fernanda Gattinoni  para la versión cinematográfica de 1956 rodada por King Vidor  pudimos admirar a Audrey Hepburn luciendo este estilo. Recuerdo con especial claridad un vestido que la protagonista, la dulce Natasha lucía en un baile de gala. Blanco, con delicados detalles y adornos, sobrio y elegante al mismo tiempo. ¡Cómo me gustaba ese vestido cuando lo vi por primera vez siendo una niña! ¡Y nunca la Hepburn lució con más garbo su pecho!
El estilo imperio duró muy poco y se puede considerar el primer momento en la Historia de la moda en la que ésta mira directamente al pasado, concretamente a las Grecia y Roma clásicas. Las siluetas se relajan, los tejidos se hacen más vaporosos y los corsés más pequeños, lo que se traduce en un vestuario femenino mucho más cómodo y práctico.
Vestido de novia 1810, Francia via Les arts decoratifs
Muchos son los diseñadores nupciales que incorporan esta silueta a sus colecciones (me encantan los modelos basados en este corte creados por Leila Hazfi, una diseñadora de la que me declaro fan y de la que hablaré en una entrada específica, ya que ella se la merece^^) pero pocas son las novias que se atreven con él. ¿Por qué? He oído a muchas chicas decir que parecen vestidos de... ¿¡embarazadas?!... ¿Qué? Supongo que lo dicen chicas que nunca han estado encinta, porque la gracia de estos vestidos reside precisamente en esa sutil manera de marcar las formas, insinuándolas bajo tejidos etéreos y con mucha caída.  

Para mi boda inspirada en el estilo Imperio necesitaré un vestido que cumpla las premisas básicas de este período: corte bajo el pecho, manguita delicada y una seda con una caída natural. ¿Qué os parece el modelo Elisa de BHLDN?
Esta novia necesita pocos adornos: flores naturales o una cinta adornando el pelo. Maquillaje natural y peinado desenfadado.
Si quieres llevar joyas, elige una diadema. El resto (pulseras, collares, anillos) han de ser muy pequeños y sencillos.

El Imperio será el estilo perfecto para bodas campestres, celebradas en pequeñas iglesias rurales o jardines en primavera.Tarta via arabiaweddings, usa caligrafía en tus invitaciones via stylemepretty, ponte unas bailarinas como estas de Vera Wang Lavender via blushingbrideblog, hazte un moño bajo con una diadema simple como el que propone 1924.us 

Para la decoración recurrid a  los tonos naturales, las flores sencillas y silvestres, vajillas de la abuela, rosas, hortensias y candelabros.
Ramo de muguet via ONAMORA, iglesia rural decorada con ramos de flores blancas via Braedon Photography, mesa adornada en los mismos tonos via greenweddingshoes, arco hecho con rosas y ramas via pinterest.

¿Qué os parece este estilo? ¿os gusta?

El pijama de Sira Quiroga (digo, de Aris Agoriuq)

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Ya sé que me vais a llamar friki después de leer esta entrada, pero no me importa. Como ya os dije en un post reciente, veo (veía) El tiempo entre costuras. Pero tengo que reconocer algo. En ocasiones, a pesar de lo bien dirigida que estaba, de la magnífica interpretación de Adriana Ugarte, etc, etc, me fijaba más en el vestuario que en todas las virtudes que los fans de la novela o de la serie podáis seguir enumerando.

Hoy os voy a hablar de uno de los conjuntos que lleva Sira en el décimo capítulo de la serie: no recuerdo qué pasa o pasó (como os decía a veces la trama era lo que menos me importaba) pero la protagonista de nuestra historia está en su hotel en Portugal por la noche. Lleva un precioso pijama con reminiscencias orientales: negro, de seda, con las mangas anchas y un bordado floral en la pechera. Cierra con un cuello mao lateral y unos botones situados en una pieza ribeteada con una tela plisada clara que contrasta con el negro. Lo veo esos minutos y ¡zas! ya se queda alojado para siempre en mi cabeza. 

Sé que la diseñadora de la serie es una apasionada de la moda y que no da puntada sin hilo (nunca mejor dicho) y también sé que durante la primera mitad del siglo XX la inspiración oriental, china y japonesa sobre todo, era muy frecuente en la vida pública pero fundamentalmente en la privada. Era un estilo muy cómodo para "andar por casa" sin perder el glamour y con una pizca de exotismo. Las prendas inspiradas en los kimonos y qipaos (o los kimonos y qipaos reales directamente traídos de sus países de origen) se hicieron rápidamente un hueco importante en los cajones de pijamas, camisones y batas de las mujeres más atrevidas y bohemias de la época. 

Será durante la Segunda Guerra Mundial cuando se popularicen los pijamas como el de Sira en forma de souvenirs que los soldados llevaban a sus mujeres tras sus forzosas y largas estancias en Asia. Y esta práctica se extenderá a lo largo de la décadas de los 50 y 60. Todavía hoy se pueden encontrar conjuntos enteros de este tipo (pijama, bata, zapatillas y peine en cajas originales) en buenas condiciones:
En los años 30/40, más que de pijamas, hablaríamos de conjuntos lounge o para estar relajada en casa, confeccionados con tejidos más ricos, sedas y terciopelos principalmente.

Aquí tenéis algunos preciosos ejemplos de este tipo de prendas:
Conjunto de chaqueta negra y terciopelo y pantalón en satén años 40 en RobinandWrenVintage,  conjunto de seda en negro con bordados dorados años 30 en VeraVague.
Conjunto en seda amarilla bordada años 40 en Vintage à la mode, conjunto lounge en seda años 40 en CreatedAndCollected

¡Hala! Ya podéis llamarme friki: seguro que la Petro es la única que viendo El tiempo entre costuras se fija en un pijama que la prota lleva unos segundos. Y no contenta con ello, hace una entrada de su blog dedicado a él.

Ahora en serio: ¿no os encantan los pijamas con inspiración oriental? ¿y los kimonos? 

Y hablando de Asia en los años 30/40 ¿qué pasó con aquella peli que se desarrollaba en la China de esos años llamada Flores de la guerra? ¿alguien la vio? ¿se estrenó en España? 
Lo digo porque pienso hacer futuras entradas dedicadas a kimonos y qipaos vintage. Espero que tengáis tantas ganas de verlos como yo de hacerlos.

(Las fotos de El tiempo entre costuras a través de Trendy in the sky donde podréis repasar todo el vestuario de la serie capítulo por capítulo)

P.D: Y si os gusta El tiempo entre costuras y la moda vintage seguramente os interese también la entrada que dediqué al vestido Delfos de Fortuny.

Me llevo esas zapatillas deportivas verde menta, que mañana tengo cena de gala

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No sé qué os parecerá a vosotros lo que voy a decir, pero yo, puesta a seguir conformándome con comprar prendas asequibles "inspiradas" en las de mis diseñadores favoritos, prefiero hacerlo de sus colecciones de Alta Costura que de las de Pret-a-porter. Porque una es pobre, pero no es tonta.

En estos días estamos descubriendo qué proponen las grandes casa de moda para las ricachonas, pero para las de verdad. Y mira tú por donde, resulta que varias casas presentan los tonos pastel y concretamente el color agua como tendencia. Uno de mis colores favoritos en vestidos, zapatos y hasta en el maquillaje. 
Raf Simons para Christian Dior Alta Costura Primavera 2014 via sulia
Maquillaje Chanel Alta Costura Primavera 2014 via style.com
Botines menta con detalles en negro de Raf Simons para Christian Dior Alta Costura Primavera 2014 via y zapatillas en el mismo tono de Chanel Alta Costura Primavera 2014 ambos via sulia.com
Propuestas de Giambattista Valli, Christian Dior y Chanel para sus colecciones de Alta Costura Primavera 2014 via style.com, Fashion Bomb Daily y style.com respectivamente.

Combínalo con negro y serás la reina de la temporada. Y si el menta no es para ti, busca tonos empolvados, sutiles nacarados blancos. ¡La gama pastel manda!

(Supongo que en otra ocasión tendremos que hablar de porqué no se parecen en nada las colecciones de Pret-a-porter y las de Alta Costura de una misma casa y temporada. Vale que una señora que pague una millonada por un vestido no quiere que otra que "sólo" ha pagado varios miles lleve algo parecido a ella pero, ¿no tendrían que tener un hilo común? ¿o es diferente la tendencia para ricas que la tendencia para ricachonas?)

Y sigo con la Alta Costura de este año. Ya sabéis que no suelo hacer mucho seguimiento en este blog de la moda actual (básicamente porque hay cientos que ya lo hacen y muy bien) pero no puedo dejar pasar la oportunidad de cotillear con vosotros la última excentricidad de varios diseñadores que, como viene siendo frecuente, coinciden en detalles tan concretos que si no fuera porque no soy mal pensada, hasta diría que se copian entre ellos... ejem, ejem.
Hablo de las zapatillas y calzado deportivo como complemento para esos vestidos y conjuntos de Alta Costura. Lagerfeld y Simons, al frente de los dos emporios más influyentes de la moda planetaria, proponen esta idea chocante pero sin duda cómoda. 

¿Estamos ante una nueva tendencia hueca o por fin los gurús de la moda se han dado cuenta de que es imposible vivir una vida normal subida a unos tacones de 15 centímetros?
Veamos dos ejemplos:
El primero, un precioso vestido azul oscuro estilo retro con sus zapatillas a juego, de Raf Simons para Christian Dior Alta Costura Primavera 2014 via fabsugar
Y el segundo, un vestido de fiesta de tonos nacarados y zapatillas a juego de Chanel Alta Costura Primavera 2014 via Fashion Gone Roguefabsugar.com

El resto de los mortales, rápidos como ninjas, se han apresurado a recordarnos que entre lo que ofrecen a la mayoría están las zapatillas deportivas "chic". Zara ya tiene ya un par y estoy segura de que, en breve, veremos muchas por todas partes.

Sin embargo, tengo la sensación de que esta tendencia de zapatillas de lujo se verá pero para combinar con prendas más casuales y desenfadadas. A mi personalmente me cuesta pensar en ponerme un vestido de Dior con unas Adidas pero me gustaría saber qué opináis vosotros: ¿os gusta la idea? ¿os la pondríais? y lo que es más importante ¿os la pondréis?

¡Feliz fin de semana!

Ikea Brakig

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Empezamos la semana con Ikea. El próximo mes llegará a las tiendas del gigante sueco (todavía no sé las fechas con exactitud, en cuanto las conozca, actualizo la entrada) una nueva colección cápsula llamada Brakig. Esta pequeña serie de edición limitada está diseñada por el colectivo artístico danés ArtRebels y en ella encontraremos desde nuevas versiones de muebles ya existentes hasta una línea completamente inédita de telas, vajillas, cajas de cartón...

Toda la colección se caracteriza por el uso de madera lavadas, tonos pasteles y brillantes y patrones geométricos. Una serie ideal para aportar un toque de luz primaveral a cualquier ambiente. 

Mis favoritas, las nuevas sillas y los taburetes Frosta en su nueva versión pastel. La vajilla y las tazas también me tientan mucho. Y las telas. Vamos,¡ que va a ser difícil elegir!

Si quieres echar un vistazo a toda la colección puedes hacerlo aquí

Y si queréis ver cómo se diseñó la colección:

Vestidos de novia baratos (menos de 1000 euros)

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Aprovechando que, en estos días, todavía hay rebajas en muchos sitios y muchas marcas presentan también sus nuevas colecciones, me he propuesto ofreceros una selección de vestidos de novia que no superen los 1000 euros (ya sean modelos rebajados o de la nueva temporada)
Porque es posible ir guapísima sin gastarse un dineral en el vestido de novia y os lo voy a demostrar. 

Para las que no quieren renunciar a las últimas tendencias en moda nupcial:
Vestido Serefina de chifón en marfil rosado con bordados plateados de Rachel Gilbert por 893€, vestido Botanical corto estilo eduardiano de Alice by Temperley por 515€ 

Para las que se animen por los tonos pasteles, una opción cada vez más común y favorecedora entre las novias:
Vestido de chifón combinando dos tonos rosas de Jim Hjelm Occasions para Nordstrom por 177,69;  vestido trompeta de tul en rosa palo de ML Monique Lhuillier para Nordstrom por 346€
Si te gusta dar importancia a la espalda y a los detalles de encaje o bordados:
Vestido de crepe con espalda al aire y detalle plateado estilo art-decó en la cintura diseñado por Badgley Mischka para SHOPBOP; vestido Beams-of-lights diseñado por Catherine Deane para BHLDN por 580 dólares (alrededor de 425 euros^^)
Si lo que buscas en un estido más romántico con caída suave: 
Vestido Ava diseñado por Va et Vien en BHLDN por 160 dólares, vestido de chifón bordado con aberturas en la falda de Needle&Thread para ASOS por 280 €
La novia bohemia y la  más atrevida también pueden encontrar propuestas:
A las que le gusta la línea griega:
Vestido Sinclair de JCrew en chifón de seda por 387 €, y vestido asimétrico de Tadashi  Shoji por  184 dólarees
Vestidos cortos modernos y cómodos, perfectos para ceremonias civiles en la ciudad: 
Vestido de piqué de algodón con flores y perlitas en relieve de JCrew para Net-a-porter por 270€, vestido corto de encaje y lazo-origami de organza a un lado de Notte by Marchesa en SHOPBOP por 490€
¿Qué os parecen? ¿A que son preciosos y a precios más que asequibles para una novia?

Siguiendo con la temporada en la que estamos, haré un post igual que este llenos de vestidos ideales  para invitadas a bodas. Si vas a tener alguna la próxima primavera o verano, ¿por qué no aprovechar y comprar ahora vestidos de diseñadores internacionales con grandes descuentos? 

El jardín secreto de Claire Basler

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Claire Basler es una artista francesa cuya obra gira en torno a un único tema: la Naturaleza.
Sus cuadros, de grandes dimensiones, representan flores delicadas luchando contra vientos; pequeñas hierbas dejándose mecer por lluvias torrenciales; finas ramas enfrentadas a oscuras tormentas; y frágiles árboles soportando la fuerza de una Naturaleza salvaje y hermosísima.
En el panorama artístico de los años 80, en pleno auge abstracto y conceptual, una mujer que pintaba simplemente flores era una apuesta arriesgada, pero Claire logró que su concepto, sencillo y sincero, triunfara. 
A la pregunta de cuál es el discurso que esconde su obra, Claire afirma sin pudor: "No hay discurso. Pinto. Con mi corazón, mis tripas, mi dolor, mi alegría. Pinto porque es mi pasión. Porque no sé hacer nada más. Eso es todo"
Y es su autenticidad la que cala en el espectador de forma profunda, inspirándolo más allá de un mundo lleno de apariencias. 
"La observación de la Naturaleza me ofrece la posibilidad de escuchar y de ser receptiva. Soy un eslabón en la transmisión de su vitalidad, su fuerza, su delicadeza, su violencia, su sensualidad. Su riqueza es una fuente inagotable; su tenacidad es una enseñanza; su belleza una emoción renovada cada día"


Hoy no os traigo sólo la obra de esta artista sino también, como perfecto complemento a su pintura, el mágico taller en el que trabaja: una antigua escuela a las afueras de París reconvertida en un auténtico jardín secreto tan fascinante como el arte que cobijan sus paredes.






Es todo tan bonito, tan inspirador, tan... envidiable, que me he vuelto loca eligiendo sólo algunas pinturas, algunos murales y algunos rincones de su casa-taller. Así que, para no seguir subiendo fotos todo el día os invito a que os paséis por su página web. ¡No os perdáis sus piezas de cerámica y sus telas!


¡Ponte una horquilla... pero YA!

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Cuando era pequeña mi madre me peinaba con raya al lado y me recogía el pelo con una horquilla. Seguro que es un peinado que todas las lectoras de este blog han llevado en algún momento de su niñez (salvo las que tuvieron esas típicas madres prácticas que opinaban que nada era más cómodo que el pelo corto: un saludo a Belén y a Patricia^^)

En algún lugar leí hace tiempo que si quieres cortarte el pelo y no sabes qué te quedará bien o mal, debes repasar tus fotos de la infancia: en ellas está la clave de tu estilo, la esencia de lo que ahora eres.
Veo esas fotos y me digo: "¡ Pero qué mona estabas!"
Claro, te ves en plena infancia, pletórica de energía y alegría, llena de sueños por cumplir y te vienes arriba. Y decides ponerte la raya al lado y la horquilla. 
Sales emocionada con tu nuevo-antiguo look y tu novio te dice: "¿No te sacas esa horquilla?". Y tu hermano se ríe: "Pareces Betty la fea". Y tu madre te espeta: "¿Vas a ir con ESO en la cabeza?".

¡Qué frustración! "¡Pero no veis lo mona que estoy!" piensas sintiéndote incomprendida... hasta el año pasado. En la colección otoño invierno de Cacharel de 2013 las modelos llevaban el pelo con raya al lado recogido con... ¡¡¡varias horquillas rojas paralelas!!! 
El efecto era impecable: moderno y con un guiño a épocas pasadas. 

De repente, las pinzas se pusieron de moda: actrices, modelos, it-girls y las más modernas-hipsters-chics/chocs del mundo lucían con orgullo sus horquillas.
 Emma Stone via wonderwall
Diane Kruger via buzzfeed
Alexa Chung via starstyle
Lo cierto es que la tendencia se ha mantenido y las pinzas han pasado de las famosas a la calle. Y no sólo eso, sino que la idea ha ido haciéndose cada vez más sofisticada: las horquillas crean figuras (triángulos, zigzags...), dibujan conceptos. Además son baratas,  fáciles de poner y las posibilidades de  colocación casi infinitas. La única regla es que usen siempre un tono que contraste con el color de tu pelo.
En zigzag via refinery29
Haciendo un triángulo via muchomuchobuenobueno
Varios grupos en paralelo via  doppelgänger
¿Y ahora qué? ¡A ver quién me dice a mi ahora que soy una hortera con mi horquilla!
Y a vosotros: ¿qué os parece? ¿lleváis horquillas como yo?

La novia vestía de Jenny Packham, y la otra novia... también

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A ver. Vamos a ser sinceros. Cuando vemos fotos de bodas ajenas de esas tan bonitas que se publican por ahí, o cuando asistimos a una en la vida real, nos fijamos más en las novias que en los novios, ¿sí o no?
Vale que el novio también es protagonista y que es tan importante como la novia y blablabla... incluso yo he dedicado alguna entrada a ellos, pero, a la hora de la verdad, a quien escudriñas hasta la extenuación, de quien no te pierdes ni un sólo detalle es de la novia.
Pues ahora imagínate una boda con dos novias. ¿Y si además,  las dos van vestidas de Jenny Packham, llevan una manicura roja divina y unos zapatos preciosos? ¿Y si en vez de un ramo espectacular, ves dos? 
Para volverse loco, ¿no?

Pues hoy comparto con vosotros una boda que (creedme) cumple todos esos requisitos. Celebrada en Noruega en la granja familiar de una de las contrayentes,  disfrutad de este enlace relajado, íntimo y familiar, con ligeras reminiscencias de los años 20 (los vestidos, los peinados retro y los zapatos clásicos consiguen este efecto). El menú, basado en productos locales. Los ramos, de peonías y rosas en tonos rosados. En resumen, una boda sencilla, romántica y absolutamente inspiradora.

¿Qué os parece esta boda? ¿Os gusta tanto como a mi?

Todas las fotos son obra de Mariell Øyre de hjartesmil via ruffled

¡Feliz fin de semana!

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¡Hace un frío que pela!... A ver si podemos sacarle partido^^
Haciendo un elegante muñeco de nieve, 1891

La Plaza de Abastos

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El sábado fuimos al Mercado de Abastos de Santiago. Es una tradición que cumplíamos semanalmente cuando vivíamos en la zona vieja, pero que fuimos perdiendo al alejarnos de ella. 

Luchando contra el mal tiempo y la pereza, retomamos la costumbre esta semana. Y ¿qué queréis que os diga? Lo echaba de menos. Volver a la plaza es como volver al pueblo, a tu infancia. No hay nada más "estimulante" que oír a tropecientas mujeres llamándote a gritos mientras te ofrecen sus productos frescos, las cuales acaban endosándote una caja de fresas, dos quesos, unas nueces y "estas camelias que cogí hoy de mi finca que te las doy gratis si te llevas esta última docena de huevos que me queda", cuando lo único que realmente necesitabas era un kilo de tomates. 


 
Miras tu cesta llena de productos locales, frescos y relucientes, y tienes la sensación de haber hecho algo bueno, algo que no experimentas cuando compras las mismas cosas en tu súper habitual. 

Nuestro botín: dos botes de miel y huevos caseros de Dª Felicidad, tomates, calabacines y ajos.

No sé en vuestras ciudades, pero el Mercado de Santiago de Compostela ofrece toda clase de modernos servicios para facilitarnos la compra, desde entregas a domicilio, compras online o incluso un personal shopper que realizará las compras por ti siguiendo tus preferencias.

Y a vosotros, ¿qué os parece hacer la compra en el mercado local o en la Plaza de Abastos? 
Supongo que hacerlo todos los días es inviable, a no ser que tengáis la suerte de tener uno al lado de casa pero, ¿y una compra para toda la semana?, ¿no creéis que favorece el comercio local y los productos frescos y de la zona?

La magnífica colección de fotografías de Libby Hall: "perrito guapo, ¡mira a la cámara!"

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Una de las primeras fotos que conserva de su vida Libby muestra a su padre, cogiéndola en brazos siendo ella un bebé y al mismo tiempo a uno de los perros que formaban parte de la familia. 

Desde que Libby puede recordar, siempre hubo un perro en su casa y quizá fue esta constante la que, años después, en un mercadillo en el que un amigo se quedaba con un par de álbumes antiguos, descartando las fotos que contenían, hizo que intuitivamente se fijara en que algunas de aquellas imágenes reflejaban a las personas que posaban orgullosas con sus perros y gatos. Y quisiera quedárselas.
De esta manera casual comenzó en 1996 Libby Hall su colección de fotos antiguas de perros, afición que mantuvo hasta 2006. En este período de tiempo, atesoró alrededor de 6000 fotos de perros y gatos (en menor medida), principalmente del siglo XIX y principios del XX, llegando a  publicar cuatro libros de recopilaciones.
El hecho de que tu mascota aparezca en una foto sola o acompañada por ti no es algo casual, sobre todo  si tenemos en cuenta que la fotografía durante del siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX era una afición cara y las pocas fotos que tenías se hacían casi siempre en estudios y casi siempre eran hechas por fotógrafos profesionales.
Y precisamente esa decisión, la de hacer que tu perro salga en una foto, es la que dota a estas instantáneas de una ternura y emotividad poco habitual en las casi siempre excesivamente serias y rígidas fotos de este tipo.
 

Las imágenes en las que los dueños posan orgullosos al lado de sus canes nos permiten disfrutar de momentos íntimos de personas en ocasiones famosas (una reina en sus aposentos acaricia a su perro, una actriz que por una vez cede el protagonismo a su precioso pastor o una princesa viaja acompañada de sus mascotas...) pero en su mayoría anónima. La presencia de estos animales desbloquea las emociones humanas de aquellas y tiene un refrescante efecto de relajación y espontaneidad en el retratado, algo que se agradece y mucho en fotos en las que la regla general era la rigidez.

La actriz Ellen Terry

La reina Victoria de Inglaterra con su perro Sharp
La princesa de Gales con su perros favoritos en el yate real 
En definitiva, a través de esta colección podemos hacer un recorrido emocionante e inolvidable por la inquebrantable relación de amistad que siempre ha unido a humanos y perros, acompañándolos en un paseo por el pasado que nos permite descubrir que el amor hacia los animales ha existido siempre. ¿O debería decir que lo que ha existido siempre es gente dispuesta a amarlos? 
Las dos rayas paralelas que luce este soldado en la manga simbolizaban que había sido herido dos veces en la Primera Guerra Mundial y posiblemente fue durante la baja por la segunda herida cuando se tomó esta foto.

Los libros de perros de Libby Hall se titulan Prince and other dogs, 1850-1940, Prince and other dogs IIThese were our dogs,  Postcards dogs y están disponibles en Amazon. Los amantes de los gatos tienen su propia recopilación: Postcards cats

También puedes echar un vistazo a su flickr.

Por supuesto, todas las fotos de esta entrada pertenecen a la Libby Hall collection

No quiero dejar de mencionar un dato curioso que da un valor añadido a esta colección: el recorrido histórico por las las razas caninas que sirve de gráfico y mudo testimonio y que nos permite descubrir lo mucho que éstas han ido evolucionando en poco más de un siglo (o lo mucho que han ido"desnaturalizándose" como demuestra este interesante artículo sobre el tema). ¿Da que pensar, verdad?
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